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Exhibición Pública

EXHIBICIÓN UNIVERSIDAD DE BRISTOL 2018

El primer Festival de la Paz fue realizado en Agosto del año 2017 en Cartagena de Indias, Colombia. Congregó treinta activistas por la paz de dieciséis organizaciones diferentes, tanto de Colombia como de Perú. Ellas y ellos compartieron sus diversas aproximaciones en el trabajo por la construcción de memorias, verdad y reconciliación.

El martes 10 de abril en Watershed, Bristol, UK se estrenó por primera vez el documental del Festival de Paz en español con subtítulos en inglés. La película resalta algunas de las formas creativas con que “activistas de la memoria” trabajan en sus comunidades para construir narrativas colectivas. (Traducción Bristol Latino, 2018)

Goya Wilson, investigadora de la Universidad de Bristol explica: “El Festival de la Paz mapeó las diversas experiencias existentes de activistas de Perú y Colombia. Las invitó a participar en un diálogo y reflexionar juntos acerca de los desafíos que enfrentan, a aprender unos de otros acerca de sus experiencias, materiales, historias, aprendizajes y prácticas.“

El estreno contó también con la exhibición de arte producido por las mismas participantes del festival, los cuales fueron presentados y guiados por los miembros del proyecto. Al ingresar a la sala se podía observar las diferentes representaciones creativas que representaban cada una de las organizaciones del Festival. Ellas estaban colgadas desde el techo a la altura de la audiencia.

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A su vez, se mostraron cuatro murales creados colectivamente en el Festival de la Paz, las cuales respondían a las siguientes preguntas: Qué puede lograr el trabajo de memoria? ¿Cómo hacemos el trabajo de memoria? ¿De qué está hecha la memoria? ¿Cuáles son los obstáculos que enfrentamos al trabajar con la memoria?

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En la siguiente imagen puedes observar cómo las participantes decidieron representar las memorias como una muralla cubierta de plantas, eligieron “la cantuta” que no solo es la flor nacional de Perú, sino que es el símbolo de activistas y familiares de los estudiantes asesinados por el régimen de Fujimori en 1992.

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Participantes eligieron el símbolo de “Tulpa”. Este símbolo refiere a las rocas alrededor del fuego y la comunidad reunida alrededor del fuego compartiendo las historias y recuerdos de sus seres queridos. Recuerdan a través de objetos, fotografías y textos. Se observan manos y pies entrecruzadas y entrelazados en esto y todo el trabajo de memoria.

“En un mural grande, un río de sueños fue elegido para representar la memoria, evocación de la muerte, el dolor, el recuerdo y la esperanza. Los participantes reflexionaron que el “río alimenta sus sueños para el futuro”” (traducción Bristol Latino, 2018)

Es significativo que el último mural correspondía a la última pregunta, y quedó sin responder con un lienzo en blanco. Ninguno de los participantes del festival quiso trabajar en esa pregunta y quedó como un testimonio de los desafíos, dificultades y silencios del trabajo de memoria.

Maria Teresa Pinto Ocampo, investigadora de la Universidad de Bristol, explicó cómo los trabajos de memoria han permitido que voces marginadas desafíen las narrativas dominantes, las cuales tienden a ser eliminadas de la historia oficial. “El arte, el drama, la poesía a abierto nuevos espacios para contar historias. Ellas permiten mayor colaboración e intercambio devolviéndoles agencia a voces que han sido silenciadas. El resultado es un pluralidad enredada, la cual los trabajadores de memoria la ven como una subversión necesaria ante lo simplificado, una narrativa única.”

En el evento se realizó una mesa de discusión con preguntas para el equipo de la Universidad de Bristol, María Teresa Pinto Ocampo, Goya Wilson, Karen Tucker and Matthew Brown, una invitada especial Alejandra Miller Restrepo (de la Ruta Pacífica de las Mujeres, organización colombiana que participó en el festival de la Paz) y Rosemarie Lerner (co-directora peruana del proyecto
Quipu Project facilitado por la Universidad de Bristol ).

Goya Wilson, insiste que en este Proyecto querían desafiar las maneras tradicionales de las “intervenciones para el desarrollo” que plantean la transferencia de saberes. “Consideramos en cambio, un intercambio de saberes, quisimos incluso subvertir quienes son las y los expertos, y desarrollamos un proyecto donde los mismos activistas son las protagonistas y expertos en los trabajos de memoria. Ellas y ellos son quienes han desarrollado metodologías creativas para sus luchas frente a la contínua violencia y represión”. (Wilson, 2018)

Para terminar, el panel de discusión aclaró que el Festival de la Paz fue pensado también como una celebración. “Una celebración de sus propias creatividades y la fuerza con que afrontan el dolor y la violencia. Una celebración de su enorme despliegue de imaginación y fortaleza en crear nuevas formas de hacer memoria y generar cambios en sus países.”” (Wilson, 2018)

“Las invitó a participar en un diálogo y reflexionar juntos acerca de los desafíos que enfrentan, a aprender unos de otros acerca de sus experiencias, materiales, historias, aprendizajes y prácticas”.